Hubo una vez un hombre que huía siempre de sus problemas. Esperaba a que estos se resolvieran por sí solos. Un día no tuvo más escapatoria y él mismo se acabó convirtiendo en un problema.
Relatos empolvados e infames bocachancladas en el filo entre la gloria y la vergüenza ajena.
Normal, dicen que la vida es un toro y hay que cogerla por los cuernos, si no, él te coge a ti. Saludos.
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Totalmente, mirar hacia otro lado a la larga es contraproducente. Muchas gracias por leer y comentar.Saludos.
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