Madrid · Microrrelatos

Reflejo de nieve

La nieve tiene el don de reflejar lo que somos. Al caer los copos, la muchedumbre, ávida de estímulos, corea la novedad y se echa a las calles con el propósito de consumir todo el líquido blanco antes de que otros lo agoten. Al poco tiempo, la nieve comienza a incomodar. Resbalones, coches atrapados, supermercados vacíos y la imposibilidad de pedir pizza a domicilio hacen que nuestras costumbres se tambaleen. Cuando la nieve se transforma en hielo, brota la frustración y la rabia, recordándonos que en algún momento sacrificamos la capacidad de adaptación a cambio de lavavajillas y secadora. Si de un juguete se tratara, bajaríamos al trastero y encerraríamos a la nieve para siempre. En su última fase, emerge el gusto por la autodestrucción y el bochorno, mientras participamos en sesudos debates en busca de culpables o sobre teorías que desafían la termodinámica.

Quizá los restos de nieve reflejen nuestro porvenir. En ellos sólo florece basura.

17 respuestas a “Reflejo de nieve

  1. Como habitante de un país donde cae nieve sólo en contados lugares; tu entrada me tomó de sorpresa. No me había imaginado el desastre que puede llegar a ser. Ahora hablando del futuro, esperemos sea bastante mejor. ¡Saludos!

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  2. Suerte ser de pueblo. Ayer, hoy …mañana no por el confi . La nieve virgen cubriendo el terruño si hollar. Apenas son visibles para los cazadores avisados las huellas de las libres. Yo desde la moto no las distinguía… en lo que comentas llevas toda …me gusta. Salud y saludos.

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  3. Cierto. Has sabido transmitir muy bien los distintos sentimientos que provoca la nieve. A mí, en más de una ocasión, me provocó rabia y frustración al sentirme aislada. La comparación de la nieve con el juguete viejo abandonado en el trastero lo he encontrado muy original. Un abrazo y esperemos que la gente respete más el lugar de tirar la basura. De ello, depende nuestro porvenir.

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    1. Hay que reivindicar ese último mensaje. Vivimos en una sociedad tan cínica que hemos dilapidado la capacidad de cambiar nuestro propio destino o dejarlo en manos de terceros. Da la sensación de que hemos renunciado a la libertad por tener una cafetera de cápsulas.

      Gracias por leer y comentar, compañera. Eres bienvenida a este rincón. Un abrazo, adelante!

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  4. Has aniquilado por completo mis tropicales ganas de conocer un día la nieve. Sea como sea, gracias por el favor de ser mis ojos al futuro. Seguiré haciendo nieve en la heladera nomás. JSC

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