Cuando te decides a publicar un libro emprendes un camino a lo desconocido. Hasta ahora mi método consistía en escribir cualquier tontería —como esta misma—, revisarla unos minutos y lanzarla a volar. Ahora, a la ecuación de los textos, los personajes y el autor hay que sumar al editor, el portadista, la imprenta, la distribuidora, el tipo que se presta a poner su bar para que sea asaltado por unos letraheridos con ínfulas, el bibliotecario del pueblo, los presentadores que has conseguido engañar, el de la librería, los reseñadores…
Un elemento que formaba parte del equilibrio pero ahora tiene un peso distinto es el del lector. Si antes nos separaba una pantalla electrónica, ahora el papel reduce la distancia a la nada. Siento que acabo de renunciar al anonimato, que no queda ninguna parte de mí a salvo de la mirada escrutadora. El ejercicio de exhibicionismo que conlleva escribir se convierte en un paseo desnudo por la plaza del pueblo en una gélida noche de invierno. No sé por qué extraño motivo nunca fui amigo de las chaquetas ni los paraguas. Siempre confío que en algún momento aparezca una hoguera amiga y si no es así ya me preocuparé de conseguir las aspirinas pertinentes o permanecer en la cama.
Desde que anuncié que publicaríamos La cuarentena de los necios he recibido todo tipo de mensajes. Una gran parte de compañeros, entre los cuales probablemente te encuentres, que me han mostrado su cariño y apoyo. Pero también amigos y conocidos que hasta hace unos días no sabía si estaban vivos o muertos y ahora se interesan ahora por mi faceta oculta de escritor. «¡Qué orgulloso estoy de ti! Si yo sabía que lo petarías, pero, ¿cómo es que te ha dado ahora por escribir? Resérvame treinta y siete libros para mí, mis padres, mi tía abuela Hortensia y su grupo de costura», me dice uno. Personas que me atravesaban con el desdén de «ah, sí, eso que tú escribes …» se interesan por LCDLN. En este tiempo he tenido noticias de un primo que se echó a la mar y en la familia se le había dado por desaparecido; del compañero de clase que cariñosamente me llamaba empollón y gordito; de la profesora de literatura cuya primera recomendación literaria fue Paulo Coelho; del vecino que nunca me daba los buenos días; y de una exnovia que se despidió para siempre diciendo que «Tu problema es que eres demasiado previsible». Me fascina el poder que tiene el papel.
No sé qué me aguarda, esto es solo el comienzo de todo. No obstante, percibo algo distinto en el ambiente, los nervios, la expectación, las risas, la llamada insistente de lo desconocido. Mañana es el momento de empezar a descubrirlo. La cuarentena de los necios ya está aquí. Adelante!
Momento ilusionante, así que disfrútalo. Brindo por tu éxito.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Los brindis compartidos son los mejores, compañera. Te lo agradezco enormemente. Un fuerte abrazo, adelante!
Me gustaLe gusta a 1 persona
👏👏👏
Me gustaLe gusta a 1 persona
🤘🤘🤘
Me gustaMe gusta
¡Enhorabuena compañero!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Se agradece, compañero. Un fuerte abrazo, compañera. Adelante!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Felicidades!! Disfruta al máximo el momento
Me gustaLe gusta a 2 personas
Mil gracias, compañera. Así procuraremos hacer. Un fuerte abrazo, compañera. Adelante!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mañana ya es hoy, así pues… Fuerza y Honor, compañero.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues llevas toda la razón, qué rápido se me ha hecho. Un fuerte abrazo, compañero. Adelante
Me gustaMe gusta
Pues venga, adelante🥰
Me gustaLe gusta a 1 persona
Siempre adelante! Mil gracias por el apoyo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo que tú, disfrutaría íntimamente y ni p… caso al resto. Seguir así. Abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Intento que lo de fuera sea mínimo, pero hay veces que sucumbo a la tentación de utilizarlo como mermelada para mis tostadas del desayuno. Mil gracias por el apoyo, compañero. Adelante!
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en RELATOS Y COLUMNAS.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy agradecido por el apoyo, compañero. Un fuerte abrazo. Adelante!
Me gustaMe gusta
Espero con ilusión compartir tu éxito a través del papel, y quiero realizar el simbólico ejercicio de comprarla en Granada, en la librería que citas, en mi viaje próximo a esa maravillosa ciudad.
Un abrazo y P´alentre.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Será un placer, compañero. Granada es mi rincón y un gran lugar para pasear, escribir y celebrar la vida. Muchísimas gracias por tu constante apoyo. Un fuerte abrazo, adelante!
Me gustaMe gusta
👍 👍 👍 👍
Me gustaLe gusta a 1 persona
🤘🤘🤘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hace muy poco presenté mi primer libro, La vida es un cuento. Me veo perfectamente reflejado en todo lo que escribes. Leo casi todo lo que publicas y me encanta, así que intentaré hacerme con el libro. Mucha suerte en esta nueva andadura.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Enhorabuena por la publicación, compañero. Será un honor compartir pasos en este filo entre la gloria y la vergüenza ajena. Muchos éxitos. Un fuerte abrazo, adelante!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Rafalé, estoy muy contento por tí. LCDLN es solo el principio. Después será un no parar porque esa curiosidad a lo desconocido que describes, será la que alimente nuevas obras que están por venir. ¡Aquí estaremos para verlo compañero! Enhorabuena una vez más.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me hace especial ilusión recibir muestras de cariño de tan buenos compañeros que llevamos compartiendo andadura con la excusa de buscar refugio a nuestras palabras. Será un honor, compañero. Mil gracias por el apoyo. Un fuerte abrazo, adelante!
Me gustaLe gusta a 1 persona
:O Vaya vaya vaya, de repente sales de la sombra que proyectaba ese árbol del delirio literario y todo el mundo te ve, te escruta, observa como un fenómeno de circo, como un plátano mutante con sabor a sandía o como un hombrecillo bajito vestido con traje verde y cascabeles que baila a cambio de unas copas… ya he perdido el hilo, lo que quería decir es que es una alegría publicar, amigo, enhorabuena de nuevo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me parece muy acertado el símil del árbol y la sombra. Este es un refugio tranquilo, donde nos movemos en la sombra y en el momento que nos fijamos en otro lo intuimos mínimamente. Pero, cuando uno tiene el arrojo de salir de las sombras y enfrentarse a los desconocidos, empiezan a venir las miradas escrutadoras, el miedo de saber si uno va bien arreglado y el sol abrasando. Lo bueno es que, si en el caso de quemarnos, siempre podemos regresar a las sombras. Las sombras tienen mala prensa, pero soy reparadoras.
Te agradezco las palabras, compañero. Es un orgullo haber hecho este camino y que gran cantidad de esos colegas que hicimos en el árbol sigamos ahí.
Un fuerte abrazo. Adelante!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si te da insolación siempre tienes los brazos abiertos en la sombra, amigo. Un abrazo de vuelta y muchos éxitos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es arriesgado, desde luego, como lanzarse a la lucha en la edad media arrojando el escudo y renunciando a su protecccíon. Pero, si vienen mal dadas, siempre podrán acudir a ayudarte tus amigos y compañeros de andanzas literarias para protegerte de las flechas con los suyos. Es mas, si el enemigo ve que arrojas el escudo, es muy posible que huya despavorido al comprobar que se encuentra frente a un adversario seguro de si mismo.
Así que, bien hecho y… ¡a por ello!
Mis felicitaciones por ese importante paso que has dado.
Gracias por compartirlo.
Suerte y un fuerte abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mil gracias, compañero. Es cierto que en un mundo con tantos recursos, de una forma u otra acabaremos saliendo utilizando las tropelías que haya que utilizar. Se agradece el apoyo. Espero que lo puedas disfrutar.
Un fuerte abrazo, adelante!
Me gustaMe gusta