Bocachancladas

Cualquier Garamendi pasado fue mejor

Esta semana nos hemos enterado de que la CEOE ha renovado el contrato de su presidente. No deja de ser paradójico que mientras el jefe de los empresarios se sube el sueldo hasta los 380.000 euros anuales, se niegue a subir el salario mínimo interprofesional. No resulta tan sorprendente que nos hayamos enterado por una escaramuza electoral, pues los medios de comunicación han aplicado de nuevo la ley del silencio hacia sus accionistas. Sería comprensible que al ciudadano se lo llevaran los demonios o buscara la dirección del empresario para dirigirle unas sosegadas palabras —misión complicada, pues no se trata de un político de izquierdas—. No obstante, me gustaría dar motivos de esperanza y hasta celebrar el arrojo de Garamendi.

Resulta que mediante una de las grietas de los principales medios de comunicación se llevó a cabo un curioso experimento: preguntar la opinión a los estudiantes de una Business School de Madrid. Uno comentaba «No se cuida al empresario como se debería en España. Son los empresarios con su dinero los que pagan a los trabajadores. Si los empresarios no tienen dinero, no habrá trabajo»; otro que «La diferencia entre un empresario y un trabajador es el riesgo que asume, es su pellejo el que está ahí y el trabajador a esperar su sueldo asegurado a fin de mes»; una chica sostenía que «La subida de impuestos afecta a todo el mundo. Este señor se ha subido el salario porque tiene que afrontar una crisis»; y un joven sentenciaba que «Un trabajador no puede pedir más salario y querer trabajar lo mismo». Aunque se atisba potencial, eché de menos un «Pobre Antonio, es que cómo está la gasolina le cuesta mucho sacar su jet y el yate» o «Este es un país de desagradecidos y envidiosos. Si Garamendi les aflojó la soga».

Da gusto ver la claridad de ideas y la determinación de los futuros empresarios. Un día no muy lejano heredarán las empresas de sus padres y entonces dejarán a las subidas de sueldo de Garamendi, al capitalista despiadado de Juan Roig y a los banqueros con beneficios récords en meros aficionados. Dejemos de lamentar nuestra condición de paria, seamos optimistas y brindemos por estos tiempos, compañeros, pues las nuevas generaciones vienen fuertes. Y en un futuro cercano nos acordaremos y diremos «Cualquier Garamendi pasado fue mejor».

4 respuestas a “Cualquier Garamendi pasado fue mejor

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