Uno de los primeros legados que deja un padre a su hijo es su equipo de fútbol. No hay elección posible, solo continuar la tradición familiar. En mi caso mi padre me hizo ser del Barça. No lo hizo de cualquier forma. Mi progenitor es de los que ponen empeño y pasión a sus intereses y me inyectó cierta intensidad en la militancia culer. Mis primeras lecturas de niño fueran las del diario Sport los fines de semana. Desayunábamos en tazas con el escudo del Barça que, junto a una aportación solidaria, regalaba el periódico; amontonábamos pósteres, álbumes, juegos de mesa y VHS con las gestas del equipo; y, por supuesto, mis fotos de niño son jugando al fútbol con la camiseta blaugrana y el número 8 de Stoichkov. Por fortuna, aquel forofismo, regado con lágrimas de rabia en derrotas amargas y en los últimos tiempos de satisfacción por ver a un grupo de multimillonarios levantando títulos, fue sustituido por otras aficiones más aberrantes.
Una de esas formas de perder el tiempo ha sido los podcasts, los cuales son especialmente útiles para los que tenemos pavor a soportar el silencio y tener que aguantarnos a nosotros mismos. En esa espiral de autodestrucción descubrí La Sotana, un programa semanal que en clave de humor ácido repasa la actualidad blaugrana desde la libertad de la independencia mediática y sin ningún tipo de censura. Como un canario ansioso por su alpiste aguardo las entregas semanales, haciendo del lunes un día más llevadero. Bajo la fórmula de la autogestión han conseguido amasar a una buena masa de fieles de la que estoy seguro que nos tiraríamos por un barranco si ellos nos lo pidieran. Dicha popularidad no ha pasado desapercibida por sus fundadores ni por editoriales, quienes han plasmado el espíritu contestario y ocurrente del programa en la Gran Enciclopèdia del Barça. No quería quedarme con la duda de si se trataba de una obra referencial o una excusa para monetizar la cresta de la ola, así que me lancé a una reposada lectura. Independientemente de cuál fuera el afán, es una obra muy disfrutable.
La Gran Enciclopèdia del Barça es un compendio de artículos breves que repasa los grandes nombres y conceptos que han esculpido la historia del FC Barcelona, especialmente el periodo que abarca los últimos treinta años. No recuerdo nadie que lo haya hecho, pero los autores de la Enciclopèdia han tenido la generosidad de añadir una guía de uso con recomendaciones sobre cómo o dónde leer el mismo. Teniendo en cuenta el público potencial, no se trata de un detalle menor. De los textos se extrae la exaltación del juego preciosista y la aportación en este sentido de Cruyff y Guardiola y por ende la crítica descarnada al nuñismo; la parodia del entorno formado por periodistas títeres y directivos corruptos; el antimadridismo como forma de expresar el sentimiento culer; y la visión catalanista del club y la representación de este como una suerte de ejército no armado. El volumen también contiene algunos de los hits del programa, como odas a futbolistas, dietarios de entrenadores e incluso traps a modo de crónica periodística. Es ahí donde quizá el papel no termina de plasmar la frescura y el desenfreno que suele rezumar el formato radiofónico.
Aunque la Encilopèdia es extensísima —y si el lector se aburre todavía puede desviar la atención hacia unas ilustraciones bien guapas— he echado de menos mayor representación de los tiempos oscuros del Barça. Es decir rememorar la época de los Van Gaal, Serra Ferrer, Antic, Rochemback, Geovanni, Dani García, Alfonso Pérez, Petit, Overmars, Christanval… También creo que en el ideario colectivo se alaba la figura de Guardiola como entrenador, minimizando la aportación del inquilino anterior, Frank Rijkaard. Y, a pesar de que los propios autores se encargan de disculpar el rigor y advertir sobre la subjetividad de la obra, he de interceder para remarcar que Bobby Robson no fue un entrenador defensivo. De hecho, aquella temporada el Barça hizo más de 100 dianas en Liga, excluyendo el delirio goleador de la Copa del Rey de aquel año. Todavía se preguntan en las oficinas cómo se pudo perder aquella liga.
No obstante, lo que verdaderamente es la Gran Enciclopèdia del Barça, así como La Sotana, es el uso del pretexto del fútbol para hablar de los temas que verdaderamente importan y en buena compañía. Gracias por este legado, padre.


El buen gusto lo haces extensible a otros ámbitos, queda claro. ¡Un saludo!
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Me gusta cuidarme y purificar el alma, aunque de vez en cuando esto suponga una serie de dramáticas penurias. Celebro que celebres el buen gusto, compañero. Adelante!
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Del Barça?, nadie es perfecto, jeje…
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La perfección es solo un concepto, inalcanzable para los humanos de a pie. Y qué decirte de los escritorzuelos con aspiraciones como aquí 😉 Un fuerte abrazo, adelante! 😉
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