Estimado amigo reseñador

Estimado amigo escritor de reseña
permíteme que te brinde esta oda
en reconocimiento a tu trascendente faena
de practicar con la ignorancia el arte de la poda.
Gracias por descubrirnos a anónimos autores
como Auster, Woolf, Delibes o Vila-Matas
de los que, fíjate, yo creí que eran labradores
antes de ser deslumbrado por la luz de tu atalaya.

Estimado amigo esculpidor de reseña
comprenderás que no desvele tu identidad
Tu noble compromiso es con la obra plebeya
sin dar lugar al narcisismo de burda zafiedad.
Aunque, confiesa reseñador, sentiste cierta honra
cuando el Villapilila Today elogió tu trabajo.
Se comenta que ahora que Boyero es ponzoña
suenas para crítico del Diario de Cucufato de Abajo.
No debe ser fácil hacer eso que tan bien haces cada día:
ver tres películas, dos series y leer cinco libros
y escribir sus críticas para deleitar a tu cofradía.
Reseñador, no descartes lo de pasar tiempo con tus hijos.

Estimado amigo cincelador de reseña
tu agudeza en la literaria interpretación
te ha brindado una agenda de amistades de enseña
Dicen que no eres nadie si no cuentas con tu aprobación.
A veces suspiro porque mis obras reposen sobre tu mesita
luego cavilo en que así desenmascaré tu mentira.

Y ahora sí, estimado escultor de reseñas
concédenos respuesta a la universal demanda:
si de tantos escritores acumulas franquezas,
¿quién va a creerse tanta caricia y alabanza?